El pasado día 4 de octubre tuvimos una reunión en Movilidad para tratar diversos temas. Nos recibe Alberto Loren, asesor, disculpando la ausencia de Teresa Artigas porque ese día tenía otras obligaciones.
En cuanto al tema de Seguridad en las Fiestas del Pilar, nos comenta que el Plan de Seguridad está aprobado con mucha antelación. También nos indica que habrá más dotaciones al no estar el pabellón interpeñas.
Nos comenta que ante incidencias graves no dudemos en llamar a la Policía.
La calle D. Jaime no se abrirá en todas las fiestas y se le solicita que corten también el Puente de Piedra.
Se solicita mayor presencia policial y servicio a última hora en el Parque de Atracciones, para evitar problemas de años anteriores.
Comunicamos la malas condiciones de la flota en general y de los vehículos que hacen el servicio búho en particular.
En cuanto a los horarios se comunica, una vez más, que no son asumibles, que ante los nuevos carriles-bici, zonas pacificadas y otras actuaciones en la movilidad de la ciudad, hacen imposibles de cumplir los actuales y se requiere la adaptación a la mayor brevedad posible.
Preguntamos sobre si es verdad que no se presentan a aprobación los nuevos horarios por temas económicos y responde que no, que el problema no es quien los paga, que los pagará el Ayuntamiento, sino como se pagan. Unido a este tema se trata el de mantenimiento y nos comunican que aunque sancionen a la empresa, la redacción de los pliegos limita mucho su capacidad de acción.
CSIF una vez más incide en que lo que tienen que garantizar son los descansos entre viajes y que se acabe a la hora señalada. Incidimos también en que tienen que presionar a la empresa para dotar a los compañeros de mantenimiento de las herramientas necesarias para poder realizar su trabajo en las debidas condiciones. Le comunicamos que si manifiestan esa limitación a la hora de influir en la empresa para que haga unos horarios aceptables, limitan mucho nuestra capacidad de acción y por lo tanto nos dejan con las manos atadas.
CSIF una vez más vemos la poca o nula capacidad de acción del Ayuntamiento sobre la empresa, evidenciando la patente de corso que tiene está empresa sobre la ciudad, haciendo y deshaciendo a su antojo, dependiendo la movilidad de Zaragoza y sus ciudadanos, de no se sabe muy bien, quién.